Weber y la época en donde me deprimí por el capitalismo
- Mary Pacheco
- 5 ago 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 20 ago 2019
Les voy a contar una anécdota, iba yo de camino a una clase a las 7am. ya eran las 7y30. Llegué todo sudada y agitada, porque iba en la metro, yo me limpiaba el sudor así, disimulada mente, para que no se me note lo pobre y con taquicardia por la corrida. Llegué y estaban leyendo la estratificación social, citando a Weber (2010), apa 6, y mencionaban sus tres puntos: el status, el poder y la situación económica. El estatus es el entorno y como te ven los demás, en mi caso no sé, los que me conocen saben que soy chira, pero mi entorno siempre está rodeado de gente de clase media, media alta, yo soy la man que está colada en las fiestas familiares de sus amigos con casa en la playa, en eventos con barra libre porque me colaron o porque soy parte del staff o invitada, desde afuera pareciera que pertenezco a ese entorno, pero mis amigos saben que me regreso con ellos porque no me alcanza para el taxi, porque vivo en el culo del mundo por la perimetral. O sea hago escala, porque jamás me ha pasado eso de que alguien me pasa viendo o me pasa dejando porque vivimos cerca o de camino y las únicas veces que ha ocurrido es porque definitivamente me quieren culear…
El otro factor es el poder, que puede ser económico o el que se ejerce sobre los demás. Esto si me sobra, obvio que soy poderosa, porque yo no tendré dinero, pero contactos sí,
¿No han escuchado eso de que no hay gente pobre, solo gente sin amigos?
A esto yo sumaría ¿qué tipo de amigos?... no es por ser interesada, bueno un poco sí, pero yo no me voy a juntar con gente a valer más verga. ¿Ustedes creen que si mis mejores amigos fueran mis vecinos yo estaría aquí? Claro que no, estaríamos chupando al frente de mi casa donde don Jaimito, en una vereda polvorienta escuchando a Carmencita Lara: amigo, porque tomas tanto porque acabas tu vida por esa mujer; mientras hacen fila para orinar la pared de la esquina... pues bien eso no es lo que quiero para mi vida, yo quiero orinar borracha dentro de un baño limpio, donde hay flores, incienso, y los que limpian son mucho más atractivo que yo.
Les digo el poder es de estrategias y no necesitas dinero para eso, ya egresé y fui becada toda la carrera y si algo aprendí en la u fue a sentirme merecedora de todo, la gente privilegiada nunca duda de sus derechos. Finalmente sigue la riqueza, pues verán, yo vivo donde crían pollos y hasta gallos de pelea, es todo un rancho, pero de bajo presupuesto, yo en los vn de trabajo siempre pongo música de fondo o sino bum el gallo, ya cuando hay confianza me interrumpo y digo tripea ese gallo. Aunque tengo una teoría: Guayaquil está lleno de gallos. ¡Hasta en urdesa cantan! Están el centro,en el sur, solo que por mi casa hay más y nunca se callan. En otras palabras mi situación económica es bien frágil por el momento, sigo mantenida y freelanceo solo para pagar deudas y hacer vida social. Todos los días me repito que es hasta graduarme y que de allí me tomaré la vida en serio, pero la verdad estoy harta de jugar al adulto. El otro día me pasó algo terrible en el baño, me levantaba de la taza para hacer pipí, la pose y antes de subirme el pantalón tuve una sensación extraña de desamparo, por un momento pensé en que los problemas que me agobian en este momento tenían solución, solo tenía que trabajar muy duro, pero eran solucionables, pero que no se comparaban con la cantidad de problemas futuros y más complicados que me tocarían vivir todavía, ¡qué verga! en serio ya no quería vivir, tuve que salir corriendo del baño antes de que intentara suicidarme con el papel higiénico.
Otra vez volviendo a la clase, decía que las personas que mantenían un mismo nivel en su status, poder y economía solían ser muy felices, muy cómodos con su vida, es decir, pero los que fluctuaban en distintos niveles. Por ejemplo, si eres de clase acomodada pero tu familia está en quiebra, o ser una persona criada en un barrio pobre y luego tienes mucho dinero o como yo, en general nunca era felices, ni estaban satisfechos porque sentían que no encajaban en ningún lugar.
En ese momento, en esa silla, donde me secaba el sudor tuve una epifanía, comprendí la razón de mi infelicidad todos estos años, comprendí porque no me gustaban las fiestas de mis tíos en el pueblo, pero porque en las fiestas de mis amigos me hacía falta: hasta a las 5 de la mañana me vacilo hasta las 5 de la mañana me amanezco. Fue como un orgasmo de conocimiento social exploté de sabiduría, pero luego me dio bajón, porque me di cuenta que no iba a ser feliz nunca ¡chucha!
NUNCA.

Bình luận